Taller de habilidades sociales y autoestima
Por ASFEME
Publicado el 6 de mayo de 2014
Elche, Alicante
Las personas con enfermedades mentales graves son a menudo descritas en términos de una deficiencia social masiva: extrema falta de responsabilidad ante los demás, evitación y reacciones emocionales inadecuadas.
Manifiestan típicamente déficits sociales que deterioran la capacidad de establecer relaciones adecuadas y su normal funcionamiento en la comunidad. Sin intervención, es probable que tales individuos no hagan amistades, encuentren o mantengan un empleo o se adapten satisfactoriamente a ambientes no institucionales.
Otra consecuencia de la falta de habilidades sociales es que impide el desarrollo de relaciones amistosas y la formación de una red de apoyo con efecto amortiguador, por lo que el desarrollo de estos programas es altamente recomendado.
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Taller de habilidades sociales y autoestima
Las personas con enfermedades mentales graves son a menudo descritas en términos de una deficiencia social masiva: extrema falta de responsabilidad ante los demás, evitación y reacciones emocionales inadecuadas.
Manifiestan típicamente déficits sociales que deterioran la capacidad de establecer relaciones adecuadas y su normal funcionamiento en la comunidad. Sin intervención, es probable que tales individuos no hagan amistades, encuentren o mantengan un empleo o se adapten satisfactoriamente a ambientes no institucionales.
Otra consecuencia de la falta de habilidades sociales es que impide el desarrollo de relaciones amistosas y la formación de una red de apoyo con efecto amortiguador, por lo que el desarrollo de estos programas es altamente recomendado.
Taller de habilidades sociales y autoestima
Las personas con enfermedades mentales graves son a menudo descritas en términos de una deficiencia social masiva: extrema falta de responsabilidad ante los demás, evitación y reacciones emocionales inadecuadas.
Manifiestan típicamente déficits sociales que deterioran la capacidad de establecer relaciones adecuadas y su normal funcionamiento en la comunidad. Sin intervención, es probable que tales individuos no hagan amistades, encuentren o mantengan un empleo o se adapten satisfactoriamente a ambientes no institucionales.
Otra consecuencia de la falta de habilidades sociales es que impide el desarrollo de relaciones amistosas y la formación de una red de apoyo con efecto amortiguador, por lo que el desarrollo de estos programas es altamente recomendado.